Si se acostumbra a gastar más de lo que tiene, usted nunca ahorrará. Mantenga el control de sus gastos, evite en lo posible excederse en las compras, establezca prioridades de consumo, programe sus compras y póngase metas de ahorro para ello.
COMPARE PRECIOS
Un consumidor inteligente no compra lo primero que ve. Algunos elementos costosos, aunque de calidad, en muchas ocasiones no aportan el suficiente valor agregado que justifique su elección. Además infórmese, muchos vendedores se aprovechan del desconocimiento de los consumidores.
PLANIFIQUE, AHORRE O INVIERTA LO QUE LE SOBRA
No disponer de dinero ante una oportunidad de inversión es algo que un consumidor inteligente no debe permitirse. Requerir de un bien o servicio y desaprovechar que este se encuentre en promoción por falta de dinero, no es conveniente. Además, no contar con un ahorro para imprevistos y eventualidades puede resultarle demasiado costoso, por no decir peligroso. El dinero que le quede después de cumplir con sus obligaciones debe tener un destino según su plan financiero.
“NO” TAMBIÉN ES UNA RESPUESTA
Pierda el temor a decirle “NO” a las deudas, algunas de ellas son necesarias, pero otras pueden y deben evitarse. Si la nueva obligación no se justifica, es muy probable que no la necesite. Por otro lado actúe de forma proactiva, evalúe su capacidad de pago antes de contraer una obligación necesaria, usted puede calcular si su flujo de caja se adaptará o no a la nueva deuda.
SEA PRECAVIDO CON SU DINERO
La seguridad en un consumidor inteligente debe convertirse en un hábito. Ser precavido con sus recursos es un aspecto que no solo puede ahorrarle dinero, sino que puede preservar su integridad. Por eso, un consumidor inteligente toma las medidas necesarias a la hora de realizar una transacción bancaria, conserva sus alternativas de crédito, es cauteloso a la hora de invertir, a la hora de comprar, a la hora de portar efectivo, al momento de recibir efectivo, y también para evitar recibir gato por liebre. Pague solo por lo que le ofertaron, la ley lo ampara como consumidor.